martes, 3 de noviembre de 2009

La foto del carrusel. A él no le gustaba tanto como a ella. A él no le parecía linda la palabra carrusel, tampoco calesita, prefería no nombrar el lugar donde estaba en la foto. Prefería mirar para otro lado, no mirar los colores pasteles ni los círculos de luz que aparecían mágicamente. Se hubiera conformado con esa misma foto tomada por una cámara digital habitando en la computadora. A mi me encantaría hacer un collage en todas las paredes de mi casa, incluso en los techos. Me encantaría pegar cualquier foto hermosa sin importar lo que piensen los hombres como aquél. Aquél cuerpo somnoliento que no le gustan los carruseles.

No hay comentarios:

Publicar un comentario